Surcando los mares: Alborania y la bahía

¡Se nos acabó el curso!

Después de varias semanas enfrascados en lo que, para los organizadores, era un proyecto lleno de ilusión e ideas, finalmente logramos el objetivo: conseguir que un buen puñado de alumnos incorporen en sus mochila la diversión, la curiosidad, la superación y el trabajo en equipo.

Foto: Diario Sur

Para celebrarlo, Benito pudo organizar una de las visitas imprescindibles de la ciudad: el Aula del Mar Alborania. Situada en el Palmeral de las Sorpresas, fue una toma de contacto inmejorable a lo que siguió unas horas después. ¿Acompañais al grupo?

Aula del Mar ALBORANIA

Como guía nos estuvo acompañando Carmen, la simpática anfitriona que pronto captó la atención de los niños. Lo primero: ¿Alborania?

El nombre del Aula del Mar deriva del Mar de Alborán que, como bien explicó Carmen, es la franja del Mar Mediterraneo comprendida entre el estrecho de Gibraltar y la Isla de Alborán, frente a las costas de Almería. Un estupendo documental nos descubrió tanto la formación del mar Mediterraneo, ocurrida por la inundación de una planicie a través del propio estrecho a modo de catarata, como la importancia histórica de la zona y los primeros contactos de fenicios como colonizadores  y transmisores de culturas.

Rápidamente se dio paso a la línea central del centro, el conocimiento de la biodiversidad del Mar Mediterraneo en la zona que nos afecta y, para empezar, pudimos encontrar las primeras referencias a las tortugas ya que una de las labores principales del Aula del Mar, además de la educación, es la recuperación de especímenes marinos.

Actualmente en el centro podemos encontrar dos tortugas bobas, macho y hembra, recuperándose de las heridas producidas por el choque con embarcaciones o atrapamiento en redes, y es que, lamentablemente, la mano del hombre está detrás de la mayoría de los daños que sufren las distintas especies marinas del Mar de Alborán, una zona muy transitada por el tráfico marítimo y muy deteriorada por el alto turismo.

Las visitas, por turnos de tres para respetar al animal

¿Macho?¿Hembra? Si tiene cola, de los unos

¿Que pensaríamos al ver un cráneo gigantesco en una sala de exposiciones? En la gran sala central, con una colección de reproducciones de delfines de distintas especies, pudimos asombrarnos con las proporciones de la gran ballena gracias a los restos recuperados del fondo del mar frente a Benalmádena.

Vimos el espináculo, por donde respiran las ballenas

Barbas: como conchas; Corteza de palmera: blanda

Acto seguido, una vez visto los restos de calamar gigante (Architeuthis, un Kraken en toda regla conservado en alcohol), diferenciamos por su morro alargado el delfín común oceánico que podríamos avistar en un paseo por barco, descubrimos la conexión del divulgador y científico francés Jaques Cousteau con Málaga, experimentamos con los remolinos en el agua que destrozaría un bote en una tormenta,  y observamos la arena a través de microscopios.

Después, nos relajamos un momento elaborando un pequeño recuerdo y disfrutando del Palmeral de las Sorpresas desde la terraza del módulo en el que se encuentra ubicado el centro Alborania. Un rato de compañerismo moldeando.


Llegó el turno de los, lamentablemente, temidos escualos: la familia de los tiburones. Difamadas por la literatura, el cine y la cultura popular, los tiburones se nos descubren como animales impresionantes por su forma hidrodinámica, sus filas auto-reposicionadoras de afiladísimos dientes, su velocidad y sus sensores eléctricos en el morro. Todo una maquinaria al servicio de la depredación que, como ya sabemos, raramente ataca a humanos si no es por error.
Morraja, tiburón martillo, el tiburón peregrino con sus branquiespinas, pintarroja  , cazón....bueno, ¡estas últimas hasta nos las comemos!

Susto no......sorpresa. La verdad es que impresionan.

 

Ademas de descubrirnos toda una esplendida muestra de fauna marina, Carmen nos inculcó los valores que impregnan toda la labor de Alborania: la educación y concienciación para conseguir un mayor respeto hacia el mar y preservar, así y por muchos años, el entorno del mar.

Esta labor de recuperación se realiza desde el centro a través del programa CREMA, donde se reciben los avisos de avistamientos de animales heridos y se procede a su recogida, tratamiento, recuperación, cuidado y devolución de los especímenes a su hábitat natural. 

En el rincón dedicado a ellos pudimos diferenciar entre la tortuga boba (más típica de Alborán) con sus conchas gruesas, las tortugas laúd con sus conchas con forma de diamante, las tortugas verdes y las tortugas carey con sus preciosas conchas-joya

Un paseo por el acuario para descubrir las especies de peces que se recuperan allí y, después de despedirnos, directos al remate final del Profundiza 2015 para el CEIP García Lorca.

Morenas, meros, caballitos de mar...maravilloso.

Paseo por en barco

La jornada y el programa terminó para los alumnos de Primaria con un viaje en barco acompañados de amigos, padres y familiares. El tiempo, ventoso y nublado, nos nos brindó un apacible y tranquilo paseo. 

 

 

Todo lo contrario, nos regaló con un rato disfrutando al máximo de los saltos sobre las olas, las risas de la espuma de mar en las caras y los sustos por guardar el equilibrio. ¡Una aventura!

La vuelta, más tranquila, nos dio oportunidad para reconocer desde otra perspectiva los elementos más destacables y característicos del Puerto de Málaga y parte de la ciudad. La terminal de Cruceros, los antiguos depósitos de ron junto a los actuales de cemento, la farola, los embarcaderos de Muelle uno, los remolcadores, la terminal y grúas de carga, la Alcazaba, el Palmeral de las Sorpresas.... 

 

 

Conclusión 

Como ya saben los niños y sus familias, todo este proyecto ha sido el embrión para implantar, en sucesivos años, el plan Profundiza en el CEIP García Lorca.

La ilusión que Benito Velasco, como orientador y buscador de la oportunidad, de Mary Farlán, como apoyo y soporte indispensable para conseguir el objetivo, de Mabel Aparicio, como germen de las ideas que plasmamos durante estos meses, y la mía propia, ha dado como resultado una experiencia única y difícil de igualar. Nos hemos sentido arropados por los alumnos, acompañados por las familias y reconocidos por los compañeros, así que nada de esto sería posible sin el grupo que hemos formado. 

Por eso, si todo sale según lo previsto, repetiremos muchos años más.

¡Gracias a todos!

PD: Como siempre, los padres podéis ver el restos de fotos en nuestro grupo (privado) de Facebook. Envíanos una petición para verlas y descubrir pequeños hallazgos en la web.